domingo, 27 de enero de 2013

Campesinos de la UNORCA alertan a la población sobre el peligro que representan los transgénicos

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Campesinos de la Unión Nacional de Organizaciones Regionales Campesinas Autónomas (UNORCA) iniciaron el 23 de enero un ayuno frente al Ángel de la Independencia de la Ciudad de México. El objetivo de la manifestación es poner una alerta en la población sobre los efectos nocivos de los transgénicos ante la inminente aprobación de las autorizaciones presentadas por Monsanto, Pioneer y Dow Agrosciences, quienes pretenden sembrar maíz transgénico en fase comercial en los estados de Sinaloa (mayor productor de maíz a nivel nacional) y Tamaulipas.

Los campesinos, junto con otras organizaciones, continúan ejerciendo presión para impedir que se ponga en riesgo la seguridad alimentaria, la existencia de los campesinos como productores de alimentos y la subsistencia de las 60 razas de maíz nativo con las que aún cuenta nuestro país.

En septiembre del año pasado, Monsanto solicitó la autorización de siembra de maíz transgénico en 700 mil hectáreas de 10 municipios de Sinaloa, Pioneer pidió 351 mil 284 hectáreas de 7 municipios de Tamaulipas y, finalmente, Dow Agrosciences solicitó la autorización para sembrar en 40 mil hectáreas también en ese estado.

Respecto al dato de que en nuestro país tenemos una dependencia alimentaria de 45%, Alberto Gómez, representante de la UNORCA en Vía Campesina, menciona que en gran medida este hecho se debe a la política de importaciones y al desmantelamiento de derechos de los productores campesinos.

En 2011 los cultivos transgénicos abarcaron una extensión de 160 millones de hectáreas a nivel mundial, es decir, el 10.7 % de las tierras cultivables. En nuestro país se han entregado hasta ahora 177 permisos para siembra de transgénicos en fase experimental y piloto. María Susana Nava, campesina de Sonora, presidenta la de Unión Nacional de Mujeres Indígenas y Campesinas (UNMIC), y Julio César Aguilar, productor de café en Chiapas, nos narran que en sus estados las autorizaciones de siembra de transgénicos se han hecho a espaldas de la población, que existe una carencia de información sobre los efectos de los transgénicos y sobre la ubicación de las tierras en los que éstos se siembran. Julio César Aguilar explica que en el caso del café, la empresa Nestlé ha tratado de sembrar una variedad de café robusta transgénica.

La variedad de semilla MON 603 de Monsanto que generó tumores cancerosos en ratas que fueron alimentadas con este maíz durante un estudio del Doctor Seralini, en Francia, es una de las que ahora están en espera de autorizarse para su siembra comercial. Alberto Gómez refiere que tanto la Ley de Bioseguridad y Organismos Genéticamente Modificados, como la Ley de Producción, Certificación y Comercio de Semillas, son disposiciones que facilitan la introducción de transgénicos a nuestro país y dificultan a los campesinos el intercambio, reproducción y venta de sus semillas. El representante de UNORCA en Vía Campesina añade que de ser aprobadas las autorizaciones para la siembra de maíz transgénico en fase comercial, la producción de alimentos será cada vez más tecnificada por lo que se prescindirá de la labor de los campesinos y se correrá el riesgo de que dejen de ser ellos los principales abastecedores de alimentos en nuestro país.

Esucucha a Olegario Carrillo, coordinador ejecutivo nacional de laUNORCA

Escucha a Alberto Gómez, representante de la UNORCA en Vía Campesina

Escucha a Julio César Aguilar de UNORCA, Chiapas

Escucha a María Susana Nava, campesina de Sonora, presidenta la de Unión Nacional de Mujeres Indígenas y Campesinas (UNMIC)

Documento: Manifiesto de la UNORCA
Adriana Aguilar

Fotos: impunemex.com
estudiosecumenicos.org.mx

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