El 2 de abril, fue aprobado el Tratado sobre Comercio de Armas que prohibirá a los Estados transferir armas convencionales a otros países si saben que van a ser utilizadas para cometer genocidio, crímenes de lesa humanidad, crímenes de guerra o facilitar su comisión. Lo novedoso de este documento es que no sólo es un tratado comercial sino que constituye un avance en la prevención de violaciones de derechos humanos. Daniel Zapico, director ejecutivo de Amnistía Internacional México, mencionó que en el mundo cada año mueren alrededor de 500 mil personas a causa del disparo de un arma convencional y añadió que muchas de las violaciones a los derechos humanos son cometidas con este tipo de armas.
Para el caso de México, la regulación de este comercio es muy importante debido a que gran parte de las armas que utiliza el crimen organizado son abastecidas a través del comercio legal y de contrabando de los Estados Unidos, principal productor de armas en el mundo.
El Tratado sobre el Comercio de Armas fue aprobado por 154 votos a favor, 3 en contra de Corea del Norte, Irán y Siria; y 23 abstenciones. Aunque no tiene un carácter estrictamente prohibitivo y se enfrenta a la imposibilidad de dar seguimiento puntual al circuito de comercialización, ha sido calificado como un gran avance en la materia.
Daniel Zapico afirmó que el Tratado da respuesta a la lucha que organizaciones de derechos humanos como Amnistía Internacional han emprendido desde hace alrededor de 20 años.
Adriana Aguilar
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